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jueves, 20 de febrero de 2014

Mitos sobre los métodos anticonceptivos.



En pareja o no, siempre estamos pendientes de el cuidado de nuestros cuerpos, sabemos que existen muchos métodos anticonceptivos, pero la realidad es que muchas personas tienen muchisimas dudas o fantasías sobre ellos, así que hoy vamos a hablar de las realidades y mitos sobre los métodos anticonceptivos más comunes (y de los poco comunes también) así que presten mucha atención.









¿Las pildoras o pastillas anticonceptivas engordan?

A diferencia de lo que muchas mujeres creen, la píldora anticonceptiva no es la culpable de su aumento de peso. Al menos ningún estudio ha logrado demostrar esta asociación. Con los actuales preparados y las dosificaciones cada vez más bajas, es extraordinariamente raro que aparezcan este tipo de efectos secundarios. 






¿Para evitar las enfermedades de transmisión sexual, es suficiente usar el preservativo sólo en la eyaculación.?


Es uno de los sistemas principales de fallo del preservativo, puesto que antes de la eyaculación hay fugas de espermatozoides que pueden provocar un embarazo. (Liquido pre-seminal) y a ciencia exácta los hombres no pueden cuadrar en tiempo cuando eyacularán.

Por tanto, es necesario usarlo desde el inicio de la penetración.







¿Los parches, dispositivos e implantes son métodos efectivos?


Si bien el método más seguro son las pastillas bien utilizadas (sin olvidos ni interrupciones), los parches, dispositivos, implantes, anillos, entre otros, también tienen una alta efectividad. Es sólo un poco menor que la de la píldora, pero son bastante seguros tanto para la paciente como para prevenir embarazos.








¿El virus del sida es capaz de atravesar los preservativos?


Falso. Ni el VIH ni ningún otro patógeno conocido hasta la fecha puede pasar a través del látex y transmitir una enfermedad. De hecho, los condones son el único medio eficaz para evitar el contagio del sida, el papilomavirus y otras enfermedades de transmisión sexual. 







Que es la cistitis .




Cistitis es el término médico que se refiere a la inflamación de la vejiga. La mayoría de las veces, la inflamación está causada por una infección bacteriana, y se llamainfección del tracto urinario (ITU). Una infección de la vejiga puede ser dolorosa y molesta, y puede convertirse en un problema de salud grave si se propaga a los riñones.


Con menor frecuencia, la cistitis puede producirse como reacción a ciertos medicamentos, a la radioterapia o a irritantes potenciales, tales como los aerosoles de higiene femenina, las jaleas espermicidas o el uso prolongado de un catéter. La cistitis también puede ocurrir como una complicación de otra enfermedad subyacente.


El tratamiento habitual para la cistitis bacteriana son los antibióticos. El tratamiento para otros tipos de cistitis dependerá de la causa subyacente.
Síntomas


Los síntomas de la cistitis incluyen una necesidad fuerte de orinar, sensación de ardor al orinar, sangre en la orina, malestar en el area pélvica, etc. Leer más acerca de los síntomas de la cistitis.
Causas


Su sistema urinario incluye los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. Todos juegan un papel en la eliminación de los desechos de su cuerpo. Leer más acerca de las causas de la cistitis.
Factores de riesgo


Algunas personas son más propensas que los demás a desarrollar infecciones de la vejiga o infecciones recurrentes del tracto urinario. Leer más acerca de los factores de riesgo de la cistitis.
Complicaciones


Cuando se tratan a tiempo y adecuadamente, las infecciones de la vejiga rara vez conducen a complicaciones graves. Pero si no se trata, puede convertirse en algo más serio. Leer más acerca de lascomplicaciones de la cistitis.
Diagnóstico


Si usted tiene síntomas de cistitis, hable con su médico tan pronto como sea posible. Leer más acerca del diagnóstico de la cistitis.
Tratamiento


La cistitis causada por una infección bacteriana se suele tratar con antibióticos. El tratamiento para la cistitis no infecciosa depende de la causa subyacente. Leer más acerca del tratamiento de la cistitis.
Prevención


El jugo de arándano o comprimidos que contienen proantocianidinas pueden ayudar a reducir el riesgo de infecciones de vejiga en algunas mujeres. Leer más acerca de la prevención de la cistitis.
¿Qué tipos de cistitis existen?


Como la palabra cistitis se refiere a una infección de la vejiga o de la uretra en general, es lógico que haya muchos tipos de cistitis. Los tipos más comunes son: 
cistitis intersticial 
cistitis quística 
cistitis hemorrágica 
cistitis aguda 
cistitis recurrente 
cistitis glandular 
cistitis de luna de miel

sábado, 14 de diciembre de 2013

El amor y el romance éxito en la pareja.

"Un buen amante no se define porque tenga una buena técnica, sino por algo más", asegura Alicia Misrahi en su libro "Sé mala en la cama" (Océano), el que en 463 páginas cubre temas tan diversos como la seducción o el mundo de los swingers y de los sadomasoquistas, todo con un claro objetivo: que las mujeres vivan su sexualidad libremente y sin complejos ni remordimientos.


"El objetivo de 'Sé mala en la cama' es convertirse en un cómplice libro de sexo en el que encuentres información sobre todo tipo de temas relacionados con el sexo, la seducción, la salud, la sensualidad o el coqueteo, desde un punto de vista abierto, saludable, consensuado y curioso", explica la autora.

En este contexto, Misrahi entrega consejos para reconocer a un buen amante y afirma que "hay algunas señales y pistas en su forma de comportarse o de realizar determinadas acciones que nos pueden ayudar a identificarlo". En primer lugar, la autora recomienda poner atención a su forma de comer, ya que ella revela la actitud que un hombre tiene hacia el sexo.

Para esto, Misrahi se basa en estudios del psicólogo Maurice Yaffe, quien accidentalmente descubrió que existe una correlación directa entre la forma de comer y la forma de actuar en el sexo. De esta manera, el especialista distinguió cuatro tipos de comedores:

1.- Los lentos, que disfrutan de la comida: se trata de aquellos que gozan con lo que están comiendo y les gusta saber cómo está preparado el plato que comen. "Como amantes en la cama, son igualmente sensuales, dedicados y delicados", estimó el psicólogo.

2.- Los lentos, que no disfrutan de la comida: a diferencia de los anteriores, a éstos no les importa demasiado qué comen, ni cómo está combinado o preparado, sino que para ellos comer es un trámite. Según Yaffe, son hombres que a menudo tienen problemas en la cama.

3.- Los rápidos, que disfrutan comiendo: "son sensuales pero algo ansiosos e impacientes en la cama. Tienen dificultades para relajarse y dejarse llevar (…) Algunos pueden ser buenos amantes, aunque dominantes: les gusta tener controlada la situación", describió Yaffe. Así, este tipo de amantes son una buena opción para las mujeres tranquilas y a las que les gusta que las conduzcan.

4.- Los rápidos, que no les importa qué comen: Yaffe los divide a su vez en cuatro categorías:

a) Los presexuales: tienen dificultades para mantener cualquier tipo de relación sexual y en muchos casos son vírgenes. Sin embargo, con un poco de paciencia pueden ser estupendos amantes.

b) Los que no tienen interés por el sexo: éstos, según Yaffe, son una causa perdida.

c) Los que usan la comida como sustituto del sexo: tienen tendencia a la obesidad. Sin embargo, si resuelven sus dificultades para relacionarse y para practicar el sexo, pierden peso con facilidad y vencen su ansiedad, convirtiéndose en una buena apuesta para el futuro.

d) Los que comen rápido, sin disfrutar y viven el sexo como algo mecánico: se trata de hombres a los que no les gusta la intimidad ni involucrarse emocionalmente. Son demasiado directos y prácticos, y, simplemente, alivian una necesidad.

Los besos, su comportamiento y el dinero

Alicia Misrahi también considera que las formas de besar entregan indicios respecto a cuán buenos amantes son los hombres. Así, la autora afirma que no lo son:

- Los que sólo dan besitos pequeños, pero no besan apasionadamente.

- Los que no dan besos con lengua (a menos que a la mujer con la que están tampoco le guste).

- Los que usan la lengua como una espada, lo que indica que son demasiado dominantes.

Otra cosa a la que hay que poner atención para saber si un hombre es un buen amante, es el comportamiento que tiene con los demás. "Digamos 'no' a los groseros que se creen por encima de todos, a los creídos, a los arrogantes, a los despreciativos, a los condescendientes, a los egoístas, a los airados, a los desconsiderados… porque lo acabarán siendo con nosotras", advierte Misrahi.

Según la autora, la actitud hacia el dinero también entrega pistas. De esta manera, hay que rechazar a los que después de una comida piden repartir los gastos; a los que exigen que la mujer deje la propina; o a los que con una cuenta contundente, dejan una propina ínfima.

Alicia Misrahi aclara que esta lista de requisitos sólo debe exigírsele a los hombres que podrían convertirse en una pareja y no a aquellos con los que se quiere tener una relación pasajera.

Lo que hay que obviar

En su libro, la autora también reflexiona sobre aquellos aspectos que no importan a la hora de buscar un buen amante. A continuación, algunos de ellos:

- A qué se dedica, porque el trabajo no define a la persona.

- Su estatus económico.

- Si le gustan los niños, ya que el tema los ahuyenta. Además, seguramente no esperas tenerlos con él.

- Si es responsable, porque "un irresponsable o un aventurero pueden ser deliciosos como amantes", afirma Misrahi.

- Si cree en la fidelidad.

- Cómo es su familia.

- Si tiene traumas del pasado, porque ese tema es para las mujeres que quieran tener una relación seria con él.

- Si es casero.

- Si es sincero, ya que no importa que cuente historias falsas si la relación que tienen no es seria. Eso sí -alerta la autora-, si te das cuenta que sus mentiras son algo patológico "no te involucres".

Fuente:EMOL 

lunes, 11 de noviembre de 2013

La intimidad en la pareja y los problemas economicos.

Estos tiempos que corren están signados por las crisis, laborales, políticas, institucionales y familiares.


La crisis económica, la más injusta de todas, afecta no solo los bolsillos, sino los genitales.

La ansiedad y la frustración por las carencias generadas ante la falta de dinero repercuten en la actividad sexual, sin discriminar género, tanto hombres como mujeres padecen esta situación.

La presión a la que es sometida el proveedor tradicional del hogar, de cumplir con las expectativas propias y de su familia, y la desesperación que causa en la mujer que debe tener el almuerzo, la cena, las cosas de los chicos para la escuela, lo que repercute en la relación familiar cuando ella exige una respuesta que el hombre no puede dar.


Una situación antagónica no favorece el deseo, al contrario, algo paradójico es que el cuerpo aun desea satisfacción sexual, pero el cerebro no tiene la actitud correcta, estas situaciones son una prueba de fuego para el amor.


El esposo espera un gesto amable, sensual o de complicidad,

La esposa espera que el la tranquilice y le diga que todo va a mejorar, a veces el mismo siente que todo va de mal en peor, ¿cómo podrá con su propia frustración y la de su esposa?


Como este hay miles de ejemplos y casos, en todos el común denominador es la crisis, económica y sexual.

¿Qué podemos hacer?

Lo peor que podemos hacer es no hacer nada, en esta situación no hay recetas mágicas, primero pregúntese cuanto conoce a su pareja, que le gusta que lo o la pone en sintonía. PREOCUPESE.

A veces es más sencillo de lo que parece, una ropa especial, una actitud desafiante, un poco de sensualidad.

Sorpréndalo y seguramente se verá sorprendida, no se dé por vencida si no funciona una vez, analice, busque que fallo y como subsanarlo, fracaso es dejar de intentar.
Si preocúpese por su pareja, comprenda su situación, ningún padre de familia pretende que su esposa e hijos sufran económicamente, el mismo sufre igual que usted.

Entienda la frustración de él, compréndalo/a, una crisis familiar no ayudara a ver la solución por el contrario sería una nube más oscureciendo el panorama.


No busque a su pareja para simplemente tener sexo, fracasara, y eso es una nueva frustración. Ame por sobre todas las cosas, acaricie esos hombros cansados, estimule la capacidad de valorarse de su pareja, un hombre con dinero en el bolsillo se siente más hombre, imagínese un hombre que junta monedas para darle de comer a su familia, que valoración tendrá de su propia persona.


¿Cuánto valora usted a su esposo? ¿El valor que le da es del tamaño del cheque que consigue a fin de mes?


La actitud de la familia y el apoyo de la esposa son determinantes para salir adelante.


Use su imaginación, no espere siempre del otro, participe del sexo, disfrútelo que en época de crisis es lo único que disfrutamos sin costo, es lo que nadie nos puede quitar ni embargar.

A pesar de tantos problemas una relación sexual exitosa y placentera, avivara el amor, una sonrisa amable y amorosa estimula y despeja las dudas, fomenta la determinación, y ayuda al hombre a valorarse a sí mismo, y cuando eso sucede es mucho más probable que los demás también lo valoren y se abran oportunidades, sea optimista, los placeres más sencillos son los mas curativos.




sábado, 7 de septiembre de 2013

Ritos sexuales de iniciación de diversas culturas del mundo.

“De las 2.570 páginas que he escrito, sólo 280 (es decir, un 10%), tratan de sexualidad. ¿Quién se atrevería a decir que este asunto sólo representa la décima parte de nuestras preocupaciones conscientes, tanto entre los indígenas como entre los europeos?”
Verrier Elwin, antropólogo.

 “No puedes ahumar bien el pescado fresco si le pones el fuego encima. 
Pon la leña debajo”
Proverbio de la etnia gun.
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En la tribu de los mendi, de Nueva Guinea, se produce un curioso cortejo amoroso llamado “tanim het. Durante el mismo, las parejas de enamorados se frotan mutuamente, cada vez con mayor rapidez. Finalmente, hacen el amor sobre el suelo, cubierto con hojas de caña de azúcar.
La localidad leridana de Isil, España, ha preservado una antigua fiesta de iniciación sexual: las Fallas de Isil. La tarde previa al solsticio de verano, los jovenes solteros suben a las cimas circundantes mas elevadas a buscar el fuego solar, al anochecer bajan cargando troncos prendidos a la espalda. En el pueblo les esperan las chicas solteras, cada una escoge a un chico, al que le da un ramito de plantas afrodisiacas y abortivas. Despues, pasan la noche juntos.
En 1938 se observó que las jóvenes Dahomey llevan en su mejilla izquierda una pequeña escarificación en forma circular. Dicha señal palidece cuando están emocionadas, y significa que es allí donde hay que besarlas. En la parte interna de los muslos llevaban una red de turbadoras incisiones llamadas zidón (“empújame”).

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Entre los miembros de la etnia nuba, habitantes de la zona meridional de Sudán, el amor funciona de una maneras muy libre, pero plantea una gran exigencia física. Para acceder al interior de la cámara nupcial es necesario estar delgado y tener gran agilidad, ya que el único acceso a este espacio intimo es un pequeño orificio de 35 centímetros de diámetro, situado a un metro y medio de altura. El sistema resulta incómodo, pero tiene una finalidad muy precisa: proteger el habitáculo del viento, el calor, y sobre todo de las terribles serpientes.
Cada muchacha designa a su compañero, levantando la pierna sobre los hombros del elegido. Este no puede mirar, solo guiarse por las sensaciones olfativas que desprende la joven, convenientemente embadurnada de aceites y cremas. Esta tribu considera el amor como una actividad refinada, que va unida a la música y la danza.

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En el estado de Madya Pradesh, al noroeste de la India, los jóvenes muria son iniciados en la práctica del amor por otros chicos y chicas mayores en una choza comunal llamada “ghotul”. Antes de realizar el acto amatorio, los adolescentes de ambos sexos acostumbran  a danzar alrededor del lugar. Actualmente, la visita de su territorio, que se halla bajo la vigilancia del ejercito indio, esta prohibida a los fotógrafos y cámaras extranjeros. Sin embargo, en 1991, el reportero Philippe Body pudo comprobar que la costumbre de acudir al ghotul seguía vigente. En los años cincuenta, un pastor ingléss llamado Verrier Elwin, pasó un tiempo con los muria y les interrogó sobre la procedencia de esta institución. “Es para que los chavales nos dejen en paz!”, bromeaba un viejo señalando a los niños, “¡menudos bichos! Estábamos hartos de sus jaleos, del ruido que armaban. Así que decidimos hacerles una casa”. En realidad, admiten otros, se trata de alejar a los niños de la estera donde los padres se enlazan entre gemidos. Ocurre que los matrimonios son concertados por los parientes, incluyendo el pacto de la dote. Si tanto uno como la otra se han acostado con todos los miembros del ghotul, la curiosidad sexual habrá sido satisfecha, y las tentaciones adulteras se reducirán tras el matrimonio. Elwin perdió la fe para seguir la doctrina de Gandhi.

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En Chad, antes de bailar frenéticamente ante los jóvenes, las muchachas de la tribu sara son objeto de un “curioso” ritual estético y erótico. Con una cuchilla, se les practica una incisión sobre el vientre hasta formar un dibujo. Después les arrojan ceniza en la cicatriz para aumentar el relieve.
En algunas partes del Congo y Abisinia, las matronas enseñan danzas eróticas a sus pupilas y las preparan para el acto sexual a fuerza de masajes íntimos.
En las montañas de Yunán (China), tiene lugar un caso único en el mundo. Allí, los campesinos “na” no se casan jamás, y los hijos carecen de padre conocido. Las mujeres permanecen durante toda su vida con sus hermanos y hermanas, cuidando en comunidad a los hijos de cada una. Mientras tanto, reciben ocasionalmente la visita nocturna de algún amante furtivo, que nunca será reconocido como progenitor. Es, quizá, el legado de una época en la que era frecuente que los padres murieran en guerras, vivieran como nómadas o fueran monjes budistas que habían hecho voto de castidad y, por consiguiente, no iban a reconocer a su descendencia. En ausencia de los hombres, las mujeres recogían las cosechas, daban de comer a las familias e imponían las normas. Por su parte , sus hermanos y tíos maternos visitarán las casas de otras mujeres. “Cuando un galán quiere probar una bella mujer que lo mira, le birla la cesta o el gorro. Si ella se enfada, no hay nada que hacer. Si sonríe, es que está dispuesta.” cuenta el etnólogo chino Cai Hua. Ahora bien, “sin saberlo, una mujer puede ser fecundada por un medio hermano natural, un tío, o un sobrino desconocido, llegado de otro caserío” “El incesto sólo existe dentro de una misma casa”. En la intimidad del hogar, el tabú es acatado con la mayor severidad: una chica no mira la televisión en compañía de un hermano o un tío materno, no anda en la oscuridad cerca de él, no baila ante sus ojos. Entre ellos, toda emoción compartida sería una vergüenza. Los mosuo tienen una tradición parecida.

 
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En Níger, durante la celebración de la fiesta anual llamada “worso”, que marca el fin de la estación de lluvias y la renovación de la vegetación, los jóvenes bororo se maquillan profusamente para participar en una suerte deconcurso de belleza llamado geerewol. Los jóvenes bailan alineados frente al jurado, formado por las mujeres. La operación del maquillaje es primordial, y puede durar seis días y seis noches. Todos los danzantes van pintados de la misma manera con el fin de que sólo la belleza de cada uno sea el criterio de elección. Después, beben una infusión estimulante a base de hierbas y cortezas mezcladas con leche con el fin de aguantar en plenas condiciones. Mientras bailan, deben lucir lo blanco de sus ojos y su dentadura.Tras el desfile, ellas eligen pareja y se dirigen a los afortunados a consumar el acto sexual en la maleza. Las esposas insatisfechas pueden escoger un nuevo marido tras sacrificar un animal.
En el pueblo kalash, en la región de Hindu Kus, al norte de Pakistán, en el solsticio de invierno celebran una fiesta llamada chaumos, verdadera orgía verbal para exaltar el amor y la fecundidad. No faltan insultos entre los habitantes de distintas aldeas, y al final de la fiesta, los hombres se visten de mujeres y viceversa, y de esta guisa se lanzan todo tipo de obscenidades y provocaciones sexuales que encienden los deseos colectivos, también ayudados por el vino (no son musulmanes). Sólo después del sacrificio de cabras, pueden formarse las parejas por la noche. Se trata de acrecentar el deseo para que parejas y rebaños sean fecundados en los tiempos de abstinencia invernal. “El lenguaje del pene” dicen los kalsh, sirve para apretar lazos y regenerar fuerzas vitales.

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Los u’wa constituyen un peculiar grupo étnico de 3.000 miembros que viven replegados en las verdes montañas cubiertas de selva tropical del noreste colombiano. Consideran que sus tierras son sagradas, y han conseguido rechazar a todos los intrusos, desde los españoles a los soldados del ejército colombiano o los guerrilleros. Entre sus costumbres figura una. Al llevar a la pubertad, las jóvenes deben cubrirse la cabezacon una máscara-gorro hecha de hojas de palmera, que lucirán a la vista de todos durante cuatro años, hasta el momento de su matrimonio.
En Groenlandia, entre los inuit, cuando llegaba un visitante se juega al “apagado de lámparas”: los extranjeros son obsequiados con mujeres como bienvenida.

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En las Islas Trobiand, el padre no llega a conocer a su hijo hasta pasadas seis semanas, en las que la madre está recogida en la choza. A partir de entonces, él se ocupará del pequeño tanto como la madre, pero nunca será reconocida su paternidad. El parentesco sigue únicamente la linea materna; de ella depende la adscripción al grupo familiar y la sucesión de los bienes y propiedades.
Entre los Huaorani, la sensualidad no se centra en los genitales ni es dominio exclusivo de la heterosexualidad adulta. Ellos no erotizan ni sexualizan su sensualidad: sensualizan la vida en común. No distinguen la sensualidad de otros placeres corporales, todos los distintos placeres corporales son simplemente “bienestar” en su vida común. Por ejemplo un huaorani no distingue entre el placer del coito y el placer que obtiene un niño cuando mama la leche materna. La necesidad de confortabilidad y de contacto físico no se interpreta como sexual, y el deseo de afecto no se toma como deseo de sexo. No erotizanlas relaciones íntimas y tampoco tienen categorizaciones que distingan unos comportamientos sexuales de otros (homosexualidad, heterosexualidad, bisexualidad…). Los huaorani saben que el sexo es necesario para perpetuarse y por tanto toda su sexualidad va dirigida a fines reproductivos. Para ellos hacer sexo es simplemente dos personas (hombre y mujer) realizando el coito en una hamaca, con fines reproductivos. Como es difícil que una mujer se quede embarazada en el primer coito, todos deben contribuir a la creación de niños, de ahí que no sea raro que varios hombres pasen por la misma hamaca de una mujer. Repetir las relaciones sexuales se considera necesario para que una mujer quede embarazada y para que el feto crezca.

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“No puedes ahumar bien el pescado fresco si le pones el fuego encima. Pon la leña debajo”, reza el viejo proverbio de la etnia gun. No siempre es fácil descifrar los códigos y las claves ocultas en los cuentos y las historias eróticas africanas, pero Agnès Agboton, cuentacuentos beninesa e investigadora de la narración oral de su país, lo entendió. Entre los honvienu, un pueblo de Benín, la posición sexual del misionero (hombre arriba, mujer abajo) se considera superficial e incompleta. Dicho de otra manera: “Para que el humo penetre bien en el pescado, la leña debe arder debajo”. En Benin, cuenta, para decir “Te quiero” usan una expresión que significa “me gusta tu olor”. Así, esta cuentacuentos nos habla del problema que tuvo Mawu, el dios hacedor de todas las cosas, para colocar el sexo femenino (koto) en el lugar adecuado. Tras probar en la oreja y en la nariz, se inclinó por situarlo en una de las axilas, lo que generó graves problemas pues estaba demasiado evidente y aquella visión perturbaba a los hombres. Hasta que por fin, la diosa Minona dio con la clave y propuso la entrepierna como la mejor ubicación. Y el pueblo gun empezó a llamar al sexo femenino también con el nombre de nesuhue, que significa “el refugio del falo”.

CELEBRACIÓN TIBETANA DE AÑO NUEVO

La poliginia es una costumbre conocida entre algunas tribus africanas y de los árabes de alto rango, aunque también los mormones relanzaron el viejo hábito hebreo del matrimonio plural. Por ejemplo, en el reinoazandé de Sudán, como los ricos tenían muchas mujeres, éstas se convertían en un bien escaso, así que los jóvenes guerreros de la corte tomaban como esposa a un adolescente de su mismo sexo que cumplía con todas las funciones sexuales, domésticas y agrícolas, hasta que se casaba con una mujer.
La poliandria es admitida por muy pocos pueblos del mundo. Una de ellas es la etnia tibetana de ning-ba, en el noroeste de Nepal, donde se registra por ejemplo un curioso caso del matrimonio de una mujer con todos los hermanos de una familia. La mujer también hereda la propiedad de la tierra para evitar que ésta se fragmente. También se da la poliandría entre los tre-ba del Tíbet y entre los indígenas Bhotias / Butias de Kumaon.

 
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El antropólogo Malinowski se debatía en su choza: “Me falta ella. Su cuerpo se me antoja idealmente bello y sagrado. Tengo sueños eróticos…” “He vuelto a ver en sueños a mis figuras ideales: Zenia, T., N., dormidas en una misma habitación, separadas por tabiques de chapa ondulada.” escribía en su diario. Al estallar la Pimera guerra mundial, se vió atrapado en las islas Trobiand en Melanesia. “La castidad es una virtud desconocida para estos trobiandeses” escribía. Desde la pubertad, los adolescentes van al bukumatula, una casa apartada donde se ejercitan en las técnicas amatorias. Otra tradición establece que las muchachas no casadas sirvan la comida a los visitantes venidos de lejos, y que a los postres se ofrezcan en son de bienvenida. Las mujeres “persiguen a todo extranjero macho, le arrancan la hoja púbica y lo maltratan de la forma más ignominiosa” escribía en Los argonautas. Pero en las sociedades aparentemente más liberales hay reglas, tabúes que imposibilitan ciertas categorías de relaciones, nos dice.  


Fuente: Noemi Maza
Geo, una nueva visión del mundo. Nº 145 Feb. 1999

domingo, 4 de agosto de 2013

Intimidad virtual ¿existe?

Muchas veces lo tratamos como un tema tabú, pero en realidad el sexo virtual es una práctica más común de lo que creemos. 

¿Qué es el sexo virtual? 

Es la práctica del sexo a través de un medio de comunicación como el teléfono o internet. No hay presencia física del interlocutor, sino que lo ves o le lees en una pantalla. No es nada malo practicar sexo virtual, pero siempre se debe ser consciente de las estafas online con perfiles falsos de gente. Con el sexo virtual potencias otros aspectos como la masturbación y el diálogo excitante.





Algunos consejos que podemos dar son:


-Es mejor que mantengas el anonimato a no ser que lo hagas con tu pareja


-No te aísles del mundo real o puedes acabar con una personalidad narcisista


-Vigila con lo que te encuentres por internet, no te dejes engañar


-Sobre todo, no lo practiques si eres menor de edad. 

Se han dado casos de abusos sexuales y bullying a raíz de una fotografía o un vídeo de menores.

- Todo lo que subes a la red sale de tu control se cauto y precavido en compartir fotos y datos personales, luego no podras saber que se hace con tu información.


- Recuerda que si muestras tus senos en una web cam, o algo mas puede estar siendo grabado y posteriormente circular en la red, aunque tu lo mostraste a una persona, no puedes tener la certeza que esto no aparezca en otro lado.

El Sexo no es como el PORNO

Muchos hemos visto películas porno donde las situaciones eróticas distan muchos de parecerse a lo que ocurre en la vida real. 

Un interesante vídeo representa con comida, lo que verdaderamente ocurre entre sexo y la pornografía  mitos y verdades por reconocer.



viernes, 19 de julio de 2013

Estoy deprimido...no quiero intimidad

“Esta noche no, estoy algo cansado” Increíble pero cierto, frases como esta también pueden llegar a decirla los hombres. Como mujer, a veces es difícil aceptar que la pareja no sienta los mismos deseos sexuales, estamos convencidas de que él tiene que estar siempre preparado y a la disposición.


Los hombres también tienen sus estados de ánimo y quizá haya momentos en que no sienta deseos de tener relaciones íntimas, y no por eso significa que el amor se haya terminado o que ya no le gustes.

Al igual que en un matrimonio, para las relaciones íntimas la comunicación es vital para el buen entendimiento; y antes de que destruyas la confianza en ti misma con ideas absurdas en la cabeza, platica con tu pareja y pregunta abiertamente al respecto: ¿Hay algo que no le guste? ¿Atraviesa por momentos laborales difíciles? ¿Últimamente ha trabajado demás y está exhausto? ¿Está deprimido? ¿Algo le preocupa?


Debes saber que la depresión es de las primeras causas de la falta de deseo sexual. Cuando un hombre está deprimido, lo primero que aparece es el descenso de la libido, por tanto cuando el impulso vital se apaga, los deseos de hacer el amor desaparecen. Y aún cuando la situación de la depresión vaya por buen camino y se solucione satisfactoriamente, el deseo sexual es el último signo en aparecer de nuevo.


Las emociones negativas como tristeza, celos, enojo, entre otros, también pueden ser causa de que el libido esté aletargada en lo más profundo de su interior, y que no reaparezca hasta superar dichas emociones.


Los problemas y preocupaciones, son de igual manera, otra de las causas de la falta de deseo sexual. Los padres que lo agobian, los problemas de salud de los hijos, el jefe que hace la vida de cuadritos… Todo puede ocupar la mente y destruir el placer. Una vez superado los problemas, la vida sexual vuelve a la normalidad.


Tan solo estas son algunas de las causas por las cuales quizá a un hombre no le “apetezca”, sin embargo lo importante es que lo ayudes a cuestionarse sobre lo que siente. Busquen juntos la razón verdadera por la cual no siente esos deseos de tener relaciones. Entender sus razones, te ayudará a no crear telarañas que perjudiquen la relación al paso del tiempo

Se dice que una de cada cuatro personas padecerá una depresión a lo largo de su vida. Lo que no se comenta tanto, y ahí entra el tabú, es que algunos de los fármacos para tratarla socavarán su deseo y sus relaciones sexuales. Este efecto secundario, además de minar la autoestima y la unión de las parejas, provoca que muchos abandonen la terapia antes de tiempo y acaben recayendo.


Hace un par de semanas, la FDA, agencia estadounidense del medicamento, anunciaba la aprobación de un nuevo antidepresivo(Viibryd o vilazodona) que no produce este efecto negativo sobre la libido. Aunque no se vende en España, la llegada de esta sustancia al mercado norteamericano pone sobre la mesa una problemática mayoritariamente oculta: algunos antidepresivos impactan seriamente en la salud sexual.


"Depende del psiquiatra. Los españoles, los italianos y los griegos somos los que más preguntamos a nuestros pacientes sobre su vida sexual. Sin embargo, en los países nórdicos y en Reino Unido, por ejemplo, se considera una esfera íntima en la que no se debe entrar", explica a ELMUNDO.es el psiquiatra Ángel Luis Montejo.


Precisamente, este médico es el creador de la Asociación Española de Sexualidad y Salud Mental (ASEXAME), con la que intenta concienciar tanto a enfermos como especialistas de la importancia de transmitir y abordar este tipo de trastornos: "Hay unos 300 medicamentos comercializados que pueden producir problemas sexuales, principalmente antidepresivos y antipsicóticos, pero también algunos antihipertensivos, antidiabéticos, fármacos para el colesterol, etc.".


El papel de la serotonina

En el caso de la depresión, los fármacos que más pueden interferir en las relaciones sexuales son los llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (el más conocido de ellos, Prozac). Funcionan aumentando los niveles de la citada sustancia y, en consecuencia, reduciendo la impulsividad, la ansiedad y, también, el deseo. Son la terapia de elección en pacientes que, por ejemplo, sufren trastorno obsesivo compulsivo o bulimia.


Como explica Montejo, este efecto ni entiende de género ni de edad, y varía desde la falta de deseo (que aparece en un 60% o 70% de los casos) hasta los problemas para alcanzar el orgasmo o eyacular (un 50%), pasando por la falta de lubricación vaginal o la disfunción eréctil (30%).

Teniendo en cuenta que, actualmente, unos cinco millones de españoles sufren una depresión, el impacto de este efecto secundario cobra aún más relevancia. Se antoja esencial identificarlo cuanto antes para paliarlo o reducirlo en la medida que sea posible.
Cómo tratarlo

Como primera acción, desde ASEXAME, se recomienda recurrir al uso de antidepresivos que no tengan este efecto, siempre y cuando sea posible (en algunos trastornos no hay otra terapia posible). Una opción serían los medicamentos que, en lugar de incrementar la serotonina, aumentan la liberación de dopamina.

"Nosotros hicimos un estudio en jóvenes sanos y vimos que un 80% de los que tomaron paroxetina (un serotoninérgico) padeció disfunción sexual, frente a menos de un 10% de los que tomaron agomelatina (dopaminérgico) o un placebo", recalca Montejo. Y añade: "La dopamina hace todo lo contrario que la serotonina, es como si fuera un neurotransmisor prosexual".


Rebajar la dosis o complementar el antidepresivo con otros medicamentos, que puedan ayudar en las relaciones sexuales, también es una alternativa potencialmente eficaz. "Otra cosa que solemos hacer es lo que llamamos 'vacaciones de fin de semana'. Permitimos que el paciente suspenda el antidepresivo unas 48 horas antes del día que vaya a tener relaciones sexuales, para luego retomar la terapia", propone el citado psiquiatra.


Todas estas acciones están encaminadas a frenar el detrimento de la calidad de vida y, ante todo, impedir que se abandone la terapia antes de tiempo. Una alternativa por la que optan más los hombres que las mujeres, que no soportan ver cómo sus relaciones sexuales empeoran. "Si los pacientes tienen una vida sexual activa antes de tomar el fármaco y, fruto de ello, comienzan a padecer problemas, entre un 35% y un 40% acabará por abandonar el tratamiento antes de tiempo".


Fuente: elmundo.es y Mexicosites

Las emociones y la educación sexual adolescente

EDUCACIÓN SEXUAL EN LA ADOLESCENCIA: EMOCIONES Y DESTREZAS
Tal y como decíamos en el artículo anterior “¿De donde vienen los niños?, la educación sexual comienza a edades muy tempranas y debe abordar los diferentes aspectos englobados en ella de manera paulatina y acorde al desarrollo evolutivo de nuestros hijos o hijas. Debe ser rigurosa, objetiva y completa sin olvidar los aspectos biológicos, psíquicos y sociales, entendiendo la sexualidad como comunicación humana, fuente de placer y de afectividad.

En la adolescencia y preadolescencia podemos ya abordar aspectos más directamente vinculados a la prevención y anticoncepción. Sin embargo esto no significa que tengamos que descuidar la parte afectiva y emocional, todo lo contrario debe cobrar especial relevancia.
Suele ser en esta etapa, al plantearnos la posibilidad de que nuestros hijos o hijas empiecen a interesarse por el sexo, cuando nos asaltan miedos y ansiedades. Lo más frecuente es que hayamos esperado hasta el último momento para tratar temas que sabemos que tienen una importancia fundamental en la vida y el desarrollo de todas las personas y que queramos en un día enterarnos de lo que saben sobre sexualidad, de su opinión, de si mantienen relaciones sexuales, de cómo es la persona a la que han elegido, si conocen los métodos anticonceptivos, si saben lo que es una enfermedad de trasmisión sexual y las formas de contagio, si usan métodos de barrera… Ante esto, nos encontramos con rechazo, con silencios, con un “déjame en paz” o, en el mejor de los casos, con miradas perplejas.
A esto se une la perspectiva, generalmente negativa, con la que abordamos la sexualidad en los adolescentes y jóvenes. Los temas recurrentes son: las enfermedades de trasmisión sexual, los embarazos no deseados, la edad adecuada para comenzar a tener experiencias sexuales… pocas veces hablamos con ellos y ellas de que la sexualidad está presente en todas las personas desde que nacemos, que varía en cada etapa de la vida, de la importancia de tener una vida sexual satisfactoria, de que es una fuente de placer físico y afectivo… pocas veces hablamos de la sexualidad en positivo, pensamos que hablándoles en estos términos les incitamos a practicar sexo. Convertimos el placer en un tema tabú.
Nada más lejos de la realidad, ya están y estamos expuestos a diario a mensajes, imágenes, escenas… de contenido sexual y éste es precisamente un buen motivo para involucrarnos en su educación sexual. No podemos dejar que interpreten sus relaciones afectivas y/o sexuales desde la perspectiva de la televisión, los videoclips, las revistas o los comentarios de los amigos. Tenemos que involucrarnos desde la infancia en la educación sexual y afectiva de nuestras hijas e hijos y darles información y una perspectiva real de las relaciones entre adultos y lo que implican.
Debemos ayudarles a conocerse, entenderse, disfrutarse y cuidarse. Ayudarles a resolver sus dudas y a conocer y aceptar su cuerpo, sus emociones y sentimientos tienen que ser los primeros objetivos. Porque la educación sexual no consiste sólo en conseguir que nuestros hijos e hijas usen preservativo, no debemos olvidar todos los aspectos que, previa y simultáneamente, hay que tratar. La educación sexual abarca el desarrollo sexual y la salud reproductiva pero también las relaciones interpersonales, las habilidades sociales, la orientación sexual y el conocimiento de uno mismo, la imagen corporal, la intimidad, el afecto, el género, la toma de decisiones, la asunción de la propia responsabilidad, el respeto a uno mismo y a los demás…  
Un estudio elaborado por médicos de familia en un centro de asistencia primaria y presentado en el Congreso de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, afirma que uno de cada tres jóvenes de entre 14 y 17 años no es capaz de rechazar a su pareja cuando ésta se niega a utilizar método anticonceptivo. Este dato deja entrever una realidad en la que lo más importante no es tener la información sino poseer las habilidades necesarias para hacer uso de ella.
En esta etapa, en la que ya hemos debido avanzar mucho en la educación sexual de nuestros hijos e hijas, debemos insistir en:
·        Proporcionarles información completa y ajustada a su realidad, adelantándonos a sus inquietudes. Este aspecto es fundamental porque van a comenzar a experimentar muchos cambios, no sólo corporales, para lo que es conveniente que les preparemos, que no les “pillen desprevenidos”.
·         Educar en responsabilidad. Hay que aceptar que son ellos y ellas las que van a decidir y, consecuentemente, desechar la idea de trasmitir normas o límites. Debemos reconocer su capacidad para ser dueños y dueñas de su vida y reforzar su capacidad para tomar decisiones responsables.
·         Seguir ofreciendo un entorno familiar en el que sea normal hablar y expresar nuestra sexualidad, con sinceridad, en positivo, sin prejuicios, sin estereotipos, sin mentiras… con el objetivo de comprender y atender a las necesidades, sentimientos, situaciones… que nuestras hijas e hijos experimentan. En ocasiones, nos precipitamos a hablar y trasmitir los mensajes que creemos importantes y se nos olvida escucharles y atenderles. Aprovechamos para tocar los temas que nos interesan sin prestar atención a si son los mismos que les interesan a ellos.
·         Potenciar sus sentimientos de competencia, la percepción positiva que tienen de sí mismos, de sus habilidades y posibilidades. Todo ello será fundamental para afrontar las situaciones que se les puedan plantear.
·         Ayudar a nuestros hijos e hijas en la identificación y expresión de sus sentimientos. En esta etapa, caracterizada por cierta impulsividad, por la gran influencia que el entorno social tiene en nosotros, por la expresión desmedida de las emociones… será importante hacer presentes las emociones y no centrarse sólo en las conductas.
Teniendo todo esto presente podremos hablar de relaciones sexuales y detenernos en aspectos como la anticoncepción o las enfermedades sexuales abordándolo desde la responsabilidad hacia nuestra propia salud, como un hábito de autocuidado que debemos asumir.  
Y es que según varios estudios, la cifra de adolescentes y jóvenes que no usan preservativo en sus relaciones sexuales está en torno al 40% a pesar de estar totalmente informados sobre los diferentes métodos anticonceptivos.
Lo que deja claro la importancia de las habilidades, tanto manuales como sociales, como facilitadores del uso del preservativo. En una edad tan complicada, podemos preferir arriesgarnos con el sexo sin método de barrera que arriesgarnos a quedar en ridículo bien poniendo el preservativo, bien comprándolo en la farmacia, bien expresando a nuestra pareja que queremos utilizarlo… ¡Hay tantas situaciones en las que nos sentimos vulnerables cuando se trata de sexualidad!
Será fundamental que sepan manejar situaciones en las que las destrezas sociales tienen un papel importante: la capacidad de reafirmarse en una decisión o de resistirse a las peticiones de otra persona si no nos apetece o lo consideramos inapropiado; vencer el miedo al rechazo, a no proporcionar satisfacción al otro, a ofender a la otra persona… pueden llevarles a no insistir lo que deberían en el uso de un método de barrera.
Por ello puede ser útil y adecuado desde practicar con un preservativo y un plátano para que adquieran destreza y habilidad en su uso hasta acompañarles a comprarlos para evitar ese momento de vergüenza en la farmacia o indicarles los comercios, supermercados o dispensadores en los que se pueden adquirir por autoservicio, sin necesidad de solicitarlos al personal comercial. También ir al ginecólogo o proporcionarles los teléfonos y direcciones de los recursos y asesorías que existen para jóvenes y adolescentes en nuestro entorno.
En resumen, si nuestros hijos e hijas disponen de información, conocimientos y libertad para tomar sus decisiones, si han asumido la responsabilidad de cuidarse, si están seguros de sus decisiones y se saben capaces de mantenerlas, si se sienten competentes y hábiles… incrementaremos sustancialmente las posibilidades de que su vida sexual sea saludable y satisfactoria no sólo física sino también emocionalmente.

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