En muchas ocasiones las personas se quejan del poco sexo que hay en sus vidas, de la poca frecuencia con que se tienen encuentros sexuales, sin embargo el exceso de eso que tanto extrañan también puede ser mortal. El comportamiento sexual compulsivo se gesta, en la mayoría de los casos, en la mente, donde las fantasías sexuales, los sueños y los pensamientos eróticos se convierten en la válvula de escape de los problemas laborales, las relaciones rotas, la baja autoestima o la insatisfacción personal; sin embargo, tener sexo intenso puede generar graves problemas para la salud.
Para el doctor Issa Dahabreh, de Tufts Medical Center en Boston, súbitos aumentos de actividad física moderada a intensa, como trotar o tener sexo, incrementan de manera significativa el riesgo de sufrir un infarto, especialmente en personas que no realizan ejercicio regular.
De acuerdo con información de Reuters, para cuantificar el riesgo, un grupo de investigadores analizó datos de 14 estudios examinando el vínculo entre el ejercicio, el sexo y el riesgo de ataques al corazón o muerte cardíaca súbita, un ritmo mortal del corazón que hace que la sangre deje de circular.
En la información publicada en el Journal of the American Medical Association, los investigadores encontraron que las personas que se están ejercitando son 3.5 veces más propensas a sufrir estos riesgos comparado con los momentos en que no lo están haciendo; y son 2.7 veces más propensos a sufrir un infarto cuando practican sexo o inmediatamente después, comparado con el momento en que no lo practican.
"Estos riesgos se elevan sólo por un breve período de tiempo (1 a 2 horas) durante y después de la actividad física o sexual", señalóJessica Paulus, otra investigadora de Tufts.
La doctora destacó la importancia de balancear los hallazgos con otros estudios que muestran que la actividad física regular reduce el riesgo de ataques cardíacos y muerte cardíaca súbita en un 30%. "Lo que realmente no queremos hacer es que el público se aleje de esto y piense que el ejercicio es malo".
Por lo tanto, las personas que no se ejercitan con regularidad deben comenzar cualquier programa de ejercicios con lentitud, aumentado gradualmente la intensidad de las prácticas con el tiempo.
Para el doctor Issa Dahabreh, de Tufts Medical Center en Boston, súbitos aumentos de actividad física moderada a intensa, como trotar o tener sexo, incrementan de manera significativa el riesgo de sufrir un infarto, especialmente en personas que no realizan ejercicio regular.
De acuerdo con información de Reuters, para cuantificar el riesgo, un grupo de investigadores analizó datos de 14 estudios examinando el vínculo entre el ejercicio, el sexo y el riesgo de ataques al corazón o muerte cardíaca súbita, un ritmo mortal del corazón que hace que la sangre deje de circular.
En la información publicada en el Journal of the American Medical Association, los investigadores encontraron que las personas que se están ejercitando son 3.5 veces más propensas a sufrir estos riesgos comparado con los momentos en que no lo están haciendo; y son 2.7 veces más propensos a sufrir un infarto cuando practican sexo o inmediatamente después, comparado con el momento en que no lo practican.
"Estos riesgos se elevan sólo por un breve período de tiempo (1 a 2 horas) durante y después de la actividad física o sexual", señalóJessica Paulus, otra investigadora de Tufts.
La doctora destacó la importancia de balancear los hallazgos con otros estudios que muestran que la actividad física regular reduce el riesgo de ataques cardíacos y muerte cardíaca súbita en un 30%. "Lo que realmente no queremos hacer es que el público se aleje de esto y piense que el ejercicio es malo".
Por lo tanto, las personas que no se ejercitan con regularidad deben comenzar cualquier programa de ejercicios con lentitud, aumentado gradualmente la intensidad de las prácticas con el tiempo.
Fuente: salud180.com